Vivimos en una era donde el impacto visual es más importante que nunca. La cartelería, los vídeos promocionales, los vídeos en redes sociales, los catálogos para tiendas online y las acciones publicitarias cruzan fronteras con una facilidad que hace solo unos pocos años parecía imposible y, sin embargo, para que estos materiales lleguen al público correcto, no basta con traducir los textos de forma literal. La traducción profesional en el ámbito del diseño visual es imprescindible si se busca un mensaje claro, coherente y adaptado culturalmente a cada cultura y mercado.
¿Por qué es tan importante una buena traducción en el diseño visual?
Los materiales visuales —ya sean imágenes o vídeos— son la carta de presentación de una empresa. Un eslogan mal traducido, una frase publicitaria que suene forzada o un subtítulo incorrecto generan confusión y pueden deteriorar la imagen de marca e incluso ofender a la audiencia local como hemos visto varias veces en este mismo blog. Por eso, tener a un traductor profesional y humano aporta el conocimiento lingüístico y la sensibilidad cultural necesaria para que cada palabra encaje con naturalidad en los materiales de una marca sigue siendo muy importante para las empresas que valoran su imagen de marca, sobre todo en sectores como el de la moda, la alimentación, la tecnología o el entretenimiento, donde el matiz de un término puede condicionar por completo la percepción del producto.
El proceso de traducción en proyectos de diseño
Cuando una empresa necesita traducir material visual para otro mercado, el proceso requiere que sigamos varias fases bien definidas:
Recepción de los archivos originales
El cliente comparte los documentos editables (por ejemplo, archivos de Adobe Illustrator, InDesign, After Effects o Premiere) que contienen tanto los textos como las composiciones visuales.
Extracción y análisis del contenido
El equipo de traducción revisa qué partes requieren traducción y qué elementos visuales (colores, símbolos, imágenes) podrían necesitar adaptación cultural.
Traducción profesional y revisión
Aquí es donde el conocimiento especializado cobra aun más relevancia: se traduce cada palabra teniendo en cuenta no solo su significado, sino también el espacio disponible en la composición, el tono de la marca y el contexto cultural.
Entrega de los textos traducidos
Una vez revisados, los textos se devuelven al equipo de diseño, que los integra en las imágenes o vídeos originales respetando la maquetación.
Revisión final
Con las creatividades ya montadas, se realiza una última comprobación de que todo se visualiza correctamente y no hay errores de formato ni problemas de legibilidad.
Este flujo de trabajo garantiza que los textos traducidos encajen a la perfección en los materiales, evitando problemas como desbordes, saltos de línea o cortes en los subtítulos.
¿Qué es lo más complicado a la hora de traducir un documento visual?
Traducir imágenes o vídeos es más complicado que traducir un documento estándar porque hay que tener en cuenta toda las limitaciones del medio en el que se está trabajando. Estas son algunas de las características que debes tener en cuenta:
Restricciones de espacio
Muchas lenguas ocupan más o menos caracteres que otras. Por ejemplo, un eslogan en inglés puede ser mucho más breve que su equivalente en alemán o español. Ajustar el mensaje manteniendo la claridad es esencial.Legibilidad y jerarquía visual
Los textos deben mantener un tamaño, color y contraste que los haga visibles sobre el fondo. A veces, es necesario proponer ligeros ajustes de diseño.Localización cultural
Un mensaje eficaz en un país puede resultar confuso o incluso inapropiado en otro y, por supuesto, un traductor experto identifica estas diferencias y adapta el contenido.Coherencia terminológica
Especialmente en catálogos técnicos o materiales corporativos, es muy importante emplear la misma terminología en todas las piezas.