Cuando las organizaciones o los particulares necesitan una empresa de traducción, deben elegir aquella que cuente con la experiencia, los recursos y los profesionales más cualificados en los idiomas requeridos.

La traducción profesional es una labor concienzuda, esmerada y exigente que se ha consolidado en el tiempo gracias al trabajo, las aportaciones y el impulso de personajes históricos muy cualificados, como Gregory Rabassa y Constance Garnett, a quienes en este mismo blog hemos dedicado interesantes artículos.

Otro nombre propio decisivo para la traducción profesional es el de sir Richard Burton. Precisamente de él trata este post.

Richard Burton, la aventura hecha vida

Richard Francis Burton nación en Torquay, Reino Unido, en marzo de 1821, y falleció en octubre de 1980 en la ciudad italiana de Trieste. Formado en el Trinity College y en la Universidad de Oxford, fue un hombre de su tiempo muy polivalente. Cónsul británico, explorador, espía, orientalista y vinculado a la acción y los viajes desde muy temprano –con 21 años se alistó en el ejército de la Compañía de las Indias Orientales–. Además, fue un versado traductor y una gran dominador de lenguas extranjeras.

Entre sus hitos personales figuran su presencia militar durante 7 años en Sind, India, una etapa que aprovechó para estudiar, y dominar, lenguas orientales.

Posteriormente, en 1853, fue uno de los primeros viajeros europeos que peregrinó a Medina y La Meca. Lo hizo disfrazado de peregrino afgano y valiéndose de sus conocimientos lingüísticos en la zona.

Un año después, en 1854, acompañó a John Hanning Speke en sus exploraciones por Somalilandia.

Después de estar presente en la guerra de Crimea, volvió a África en 1856 e intentó, también con Speke, descubrir el nacimiento del Nilo. Su gesta culminó con el hallazgo, en 1858, del lago Tanganica.

Cuando falleció se asegura que hablaba… ¡casi 30 lenguas! Merece, por ello y sin género de dudas, un apartado propio y un lugar de élite en la historia de la traducción internacional.

Un traductor irrepetible

Además de aprender tantísimos idiomas, gracias a sus viajes y a su prodigiosa capacidad, sir Richard Burton asumió trabajos de traducción al inglés de libros importantísimos de la literatura universal, como Las mil y una noches, de la que publicó 16 volúmenes, entre 1885 y 1888.

Asimismo, también estuvo inmerso en la traducción de textos literarios y obras portuguesas, entre las que destaca el clásico poema épico Os Lusiadasde Camões. Las Elegías de Catulo y los Priapeos también fueron traducidos por él, en este caso del latín al inglés. Por último, también tradujo cuatro obras de folclore africano, napolitano e indio.

Siempre realizaba estos trabajos con un celo y una dedicación extraordinarios, acompañando sus traducciones con evidentes muestras de erudición, pues incluía en ellas multitud de anotaciones, así como ensayos anexos y comentarios sumamente interesantes para una mejor comprensión de las historias y los contextos narrados.

Llevó su gran empresa de traducción hasta sus últimos años de vida

En los últimos años de su vida se planteó otro proyecto propio de una gran empresa de traducción: la traslación al inglés, sin censura alguna, del Decamerón de Bocaccio. Sin embargo, John Payne fue más rápido que él y realizó ese trabajo. Como alternativa, Burton se centró en una obra atrevida e indecente escrita por Giovanni Batista Basile, titulada Il Pentamerone, or the Tale of Tales, en el que mostró una excelsa habilidad para respetar el argot napolitano de la calle, el cual aprendió en su estancia juvenil en el sur de Italia.

Sir Richard Burton es uno de los mayores referentes mundiales para cualquier traductor o empresa de traducción. Hombre de acción y de erudición por igual, publicó 43 libros sobre sus viajes, más de 100 artículos y una autobiografía. Y, con su dominio de casi 30 lenguas, constituye un ejemplo excepcional para la traducción profesional.

Traducciones al coreano | Online TraductoresTraducir páginas web